Es una herramienta útil para iniciar el análisis patrimonial y financiero de una empresa. Para evitar problemas de liquidez a corto plazo y el riesgo de que caiga en la suspensión de pagos (un proceso llamado concurso de acreedores), debe existir una correspondencia entre la liquidez del activo y la exigibilidad del pasivo.
El Pasivo Corriente ha de ser menor que el Activo Corriente para que, a corto plazo, el importe de las deudas que vencen (dinero que hemos de devolver) sea menor que lo que tenemos disponible o esperamos disponer pronto. A la diferencia ente Activo Corriente y Pasivo Corriente se le denomina "fondo de maniobra", "fondo de rotación", "capital circulante" o "working capital". También puede interpretarse como que el Activo No Corriente (que normalmente tarda bastante más de un ejercicio en volver a generar la liquidez que costó) ha de ser financiado con capitales permanentes (que vencen en períodos de pago también lejanos en le tiempo) y sólo el Activo Corriente ha de serlo con el Pasivo Corriente. Para evitar el riesgo de desfase entre el ritmo de cobros generados por el Activo Corriente y el ritmo de pagos derivado de la exigibilidad del Pasivo Corriente, una parte del primero debe ser financiada con Pasivo No Corriente + Patrimonio Neto. Hay dos formas de calcular el Fondo de Maniobra:
- Parte del Activo Corriente (AC) que no se financia con Pasivo Corriente (PC) sino con capitales permanentes: FM = AC - PC.
- Parte de Pasivo No Corriente (PNC) que no financia Activo No Corriente (ANC), sino que financia Activo Corriente (AC): FM = (PN + PNC) - ANC.
El tamaño
idóneo del FM varía en función del sector de actividad económica, de una empresa a otra e incluso el de una misma compañía se modifica a lo largo del tiempo dependiendo, además, de la política de su dirección. Si la diferencia es negativa existe un desequilibrio financiero.
(Fuente: http://iestamar.educa.aragon.es/economia/Apuntes_EconEmpresa_Aragon.pdf)
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Economía de la empresa. José Sande
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